YP: Dentro del lenguaje de TikTok, las siglas FYP (For You Page) se refieren al contenido viral que la aplicación arroja en la página principal cada vez que ingresas en ella. Vogue selecciona y conversa con las voces de TikTok que agradecerás ver en tu FYP.
En enero del año pasado, Gonzálo Cardona, el activista ambiental colombiano conocido como ‘el guardián de los loros orejiamarillo’, fue asesinado. Las autoridades no se pronunciaron respecto al suceso, según reportaron diversos medios colombianos, sin embargo, la noticia sí se multiplicó en redes sociales gracias a la denuncia de un tema del que hay estadísticas, pero poco se habla: Latinoamérica es el lugar más peligroso para ser defensor ambientalista y Colombia es el país donde más líderes protectores del medio ambiente son asesinados, de acuerdo a un informe realizado por la organización Global Witness anualmente.
Nicolás Isaza, colombiano de 25 años, fue uno de los activistas que se encargó de alzar la voz respecto a la muerte de Cardona, dando lugar a su primer video en TikTok, una plataforma que, desde hace tiempo, dejó de ser un espacio exclusivo de entretenimiento. Aunque es, objetivamente, poco el contenido de concientización –si lo comparamos con la cantidad de videos de ocio que existen en la red social–, los creadores de contenido digital en favor del medio ambiente están ahí, esperando ser escuchados.
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¿Quién es Nicolás Isaza?
Isaza es abogado, su formación en la ONG, Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (CAJAR), lo llevó a conocer resguardos indígenas, comunidades afrodescendientes y campesinas para recabar testimonios de personas cuyos derechos humanos fueron violados debido a los intereses de corporaciones o, incluso, el mismo estado.
Nicolás comenzó a crear contenido hace apenas poco más de un año y ha acumulado más de 450 mil seguidores y 13 millones de ‘me gusta’ en su cuenta de TikTok (eco.aneko). Ahora se dedica plenamente a las redes sociales para hacer contenido de denuncia social, política y ambiental. La recepción de su contenido lo tomó por sorpresa, pues tenía la idea de que la plataforma de videos era simplemente para pasar el rato.
- Su contenido es constante y vasto. En tres minutos promedio de duración, comunica sucesos que, más que nunca, necesitan ser hablados y, aunque confiesa haber subestimado a su audiencia en un inicio, es alentador saber que las personas están escuchando. ‘[Pensaba] ¿A quién le va a importar un informe de Naciones Unidas sobre cambio climático? Sorpresivamente le termina interesando a mucha gente, siempre y cuando se comunique de forma dinámica’.
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El activismo en redes sociales
¿Puede existir el activismo en redes sociales? Los detractores de esta idea podrían creer que el Internet es una barrera que diluye el poder de una acción en el mundo real, sin embargo, la palabra clave para entender por qué es tan importante una voz como la de Nicolás es ‘denuncia’. ‘El activismo en redes y la viralidad son muy poderosos, en tanto pueden incidir en decisiones políticas, en la creación de leyes, en que un gobierno eche para atrás un proyecto vulnerador en derechos humanos o ambientales’, explica.
Aunque el TikToker colombiano es consciente de la brecha entre las personas con acceso Internet y las personas sin acceso al mundo digital, ha sido un creador activo y constante en algunas de las problemáticas ambientales más relevantes de Colombia. Recuerda un claro ejemplo de 2021, cuando la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) archivó un proyecto de minería perteneciente a la compañía árabe, Minesa, que pretendía llevarse a cabo en el Páramo de Santurban, un sitio estratégico y de vital importancia para la regulación y abastecimiento de agua del departamento de Santander.
‘Todas las redes sociales de Colombia se volcaron en denunciar eso. Todos nos unimos para hacer ese llamado, al punto que el gobierno revirtió la decisión de hacer minería en un páramo, eso es impresionante, más cuando se trata de un gobierno de extrema derecha, eso muy loco obtenerlo en Colombia’, reflexiona Nicolás sobre uno de los varios casos en los que la viralidad, más que un reto de baile en TikTok, es una herramienta útil.
Política y activismo ambiental: van de la mano
Los últimos videos de Nicolás Isaza se han volcado en torno a las elecciones presidenciales de Colombia que se llevarán a cabo el próximo 29 de mayo. El colombiano se refiere a este contenido como ‘pedagogía electoral’, y es que las problemáticas ambientales no pueden deslindarse de la política. ‘Pienso que toda acción humana es política, que es diferente a apartidista, puede que a uno no le gusten los partidos políticos, pero lo político se mete contigo en temas relacionados con lo que compras en el supermercado, abastecimiento de alimentos, problemáticas ambientales que se vienen de escasez de agua, fenómenos naturales cada vez más intensos y más constantes’.
Así, el creador de contenido digital se ha dedicado a informar a sus seguidores respecto a candidatos alternativos que contienden a la presidencia del país latinoamericano. Nicolás ha difundido la carrera política de Francia Márquez, la activista ambiental que funge como candidata a la vicepresidencia junto con Gustavo Petro (candidato a la presidencia), ambos son líderes de izquierda. ‘Es una activista ambiental, mujer afrodescendiente. Esto es revolucionario porque nunca antes una mujer negra, víctima del conflicto, feminista, ambientalista, se había lanzado. Algunos de los videos que hago de ella superan el millón de visualizaciones’.
El riesgo de ser activista ambiental en Colombia
Nicolás decidió que su contenido tomara este rumbo, pues es una vocación que viene desempeñando desde sus días como abogado. ‘Tenía ese móvil activista que no calla ante las injusticias y que incomoda bastante’. La ‘incomodidad’ es otra palabra clave en la conversación, pues para hablar de activismo socioambiental en Latinoamérica, necesariamente se recuerdan nombres –como el de Gonzalo Cardona Molina– de quienes les han arrebatado la vida en la lucha.
¿Por qué es particularmente riesgoso ser líder ambiental en Colombia? ‘Es el segundo país más biodiverso del mundo y por kilómetro cuadrado, eso es importante porque quiere decir que hay mucha naturaleza que proteger. Hay mucho activismo ambiental acá y las políticas estatales son muy precarias en ese tema’, dice Isaza. También enlista el narcotráfico, pues explica que los defensores también se oponen a la deforestación que implica el cultivo de la hoja de coca en el país. Se incendian bosques para cultivarla y producir cocaína.
Si bien el TikToker actualmente se dedica a denunciar a través de sus redes, es alguien que ha vivido y conoce en primera persona el riesgo que implica defender el medio ambiente y los derechos humanos. ‘Siempre ha estado latente, es algo que uno se tiene que pensar dos veces antes de entrar en este mundo. Acá expresar tu opinión representa un riesgo’, comenta. CAJAR, la ONG donde se desempeñaba como abogado, ‘toda la vida ha estado amenazada tanto por grupos armados como paramilitares que están en la misma línea de del estado’.
¿Cómo se mantiene un activista ambiental motivado ante un mundo que, en ocasiones, no parece estar dispuesto a cambiar? Nicolás no tarda mucho en dar con la respuesta: ‘Mi motor es la vida en todas sus manifestaciones. Me llena profundamente recorrer mi país, ver la riqueza natural, la biodiversidad y que es injusto que ciertas personas –porque no son todos los seres humanos– con intereses económicos y poderosos tengan que arrasar con esa naturaleza y, de paso, con las personas que defienden esa naturaleza por satisfacer esos intereses. Ver que la situación de comunidades mejora, no es la constante, la mayoría de las ocasiones todo sigue igual, pero esos pequeños momentos donde algo cambia y que tú aportaste en eso… Los agradecimientos y la gratitud, es una emoción muy linda’.
Actualmente, Nicolás Isaza ha extendido su contenido a YouTube a través del canal Parchados, se encuentra involucrado en proyectos de defensa de humedales en Bogotá y está por colaborar con la Comisión de la Verdad de Colombia para trabajar en conjunto con líderes comunitarios en la creación de contenido digital sobre lo que ocurre en regiones vulneradas por el conflicto armado.