“Ciberactivismo y funas: ¿dónde está el límite?”

Organizado por el Programa Formando Ciudadanía Digital de la Escuela de Comunicaciones y Periodismo UAI, el encuentro busca abrir un espacio de conversación en relación a los alcances de un fenómeno que cada día toma mas fuerza de la mano de la masificación de las RRSS

Las redes sociales -entendidas como una estructura integrada por personas, organizaciones o entidades, que se conectan a partir de un universo infinito de relaciones- presentan una alternativa de comunicación instantánea que facilita el intercambio de información y comunicación entre los participantes, los que van desde la simple conversación, hasta la apertura de oportunidades laborales, el entretenimiento, conocimiento, denuncia social, etc.

Así mismo, con la masificación de diferentes plataformas virtuales de comunicación y el desarrollo de la cibercultura, aparece el ciberactivismo o activismo virtual, mecanismo de acción política y participación social desarrollada a partir del uso de la tecnología y el acceso a internet para compartir información, discutir temas de relevancia social, política y cultural y manifestar el descontento de determinados grupos, en lo relacionado a sus temáticas de interés, a traves de plataformas virtuales como Twitter, Facebook, YouTube, Instagram, correo electrónico y otros.

En este escenario, durante el último tiempo en Chile hemos sido testigos de un fenómeno particular que rápidamente ha tomado vuelo, especialmente a partir de las recientes develaciones de abusos hacia las mujeres que generó el movimiento Me Too en Estados Unidos y que que rápidamente se extendió a lo largo del mundo: las funas.

En Chile, se llama funa a una denuncia pública pública, compartida principalmente en redes sociales, contra una persona o grupo, como una manera de tomarse la justicia con las propias manos, generalmente justificado por quien la hace por  lo que a su juicio es un ineficiente e incluso inexistente actuar por parte de las instituciones de justicia, bajo el lema “Si no hay justicia, hay funa”.

Es así como el ciberactivismo hace uso de las funas para exponer a una persona u organización por las razones que los convocan. Dentro de los más frecuentes están las denuncias por abuso sexual, violencia, maltrato animal y estafas (entre otras temáticas), sin embargo, en algunos casos, las acusaciones carecen de sustento, o bien, se basan en acusaciones falsas, generando un daño irreparable en la persona acusada, debido a que la huella en internet es prácticamente imposible de borrar y exponiendo además a quien la ejecuta, a eventuales sanciones legales en caso de comprobarse delitos tales como los asociados a injurias y calumnias en el ámbito penal, recurso de protección, en el ámbito de la Corte de Apelaciones o demandas civiles.

Fuente: https://www.larazon.cl/

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