Assange un Prometeo moderno

Esquilo cuenta la tragedia de Prometeo, quien le robó el fuego a los dioses para compartirlo con los mortales, por lo que fue encadenado en una piedra por tal afrenta.

Julian Assange nació un 3 de julio de 1971 en Australia, es un programador, periodista, hacker, editor y fundador de Wikileaks, la organización mediática sin ánimos de lucró que se dio a conocer a nivel internacional en el 2010 por filtrar documentos secretos por parte del pentágono sobre la guerra en Irak, así como la correspondencia secreta entre el departamento de Estado de EEUU y sus embajadas en todo el mundo. Assange sometido al acoso y persecución se asiló en el 2012 en la embajada de Ecuador en Inglaterra bajo el mandato presidencial de Rafael Correa, sin embargo, tras 7 años de asilo éste le fue suspendido el 11 de abril de 2019 siendo desalojado de la embajada ecuatoriana bajo la administración de Lenin Moreno y capturado por la policía de Londres siendo privado de su libertad en un centro penal de alta seguridad hasta el día de hoy.

Assange se enfrenta a la extradición hacia Estados Unidos de Norteamérica donde podría ser condenado a 175 años de prisión acusado por divulgar documentos secretos, que entre otras cosas informaban de posibles crímenes de guerra que cometió el ejército de EEUU.

El fuego robado por Prometeo era algo exclusivo de los dioses, un gran recurso, símbolo de cambio, de purificación y de sacrificio en la mitología griega.

El fuego al igual que la información es poder, es la entrada a otros mundos, es transformación, renovación, es la puerta hacia lo oculto, conocer como nos gobiernan desde las sociedades secretas.

Assange hizo periodismo siguiendo el concepto de George Orwel sobre periodismo que es “publicar lo que alguien no quiere que publiques. Todo lo demás son relaciones públicas”. ¿A quién no le gustó lo que publicó Julián? Al poder imperial ejercido por el gobierno de Estados Unidos de Norteamérica que invade, saquea y desestabiliza países en nombre de la democracia y de la libertad.

¿Acaso el poder imperial no nos espía a través de las redes sociales, google y teléfonos inteligentes?

Julian Assange se enfrentó a los dioses de estos tiempos, les robó información y se la entregó a la humanidad para que se acerque a conocer que hay detrás de esas máscaras de libertad, democracia, libertad de expresión, de respeto a los derechos humanos, del acceso a la información. ¿Sabía Assange a lo que se enfrentaba? Posiblemente.

Desde las publicaciones en mención, él Prometeo moderno ha padecido todo tipo de privaciones, inimaginables, su salud mental se está quebrantando, sus familiares también sufren la ausencia del padre, del esposo y del hijo.

Christine Ann Assange, madre de Julian publicó una carta abierta el 20 de diciembre del año 2021 en el que pide a los ciudadanos del mundo elevar voces de protesta exigiendo la liberación de uno de nuestros prometeos. “Hace cincuenta años, cuando di a luz por primera vez como madre joven, pensé que no podía haber dolor más grande, pero pronto lo olvidé cuando sostuve a mi hermoso bebé en mis brazos. Lo Llame Julian. Ahora me doy cuenta de que estaba equivocada. Hay un dolor más grande; el dolor incesante de ser la madre de un periodista galardonado, que tuvo el valor de publicar la verdad sobre los crímenes gubernamentales de alto nivel y la corrupción …”

Assange será liberado en la medida en que las voces de protesta se eleven y se conviertan en un puño lo suficientemente fuerte capaz de doblegar al poder imperial.

De no ser así, Julian Assange morirá en una prisión inglesa o gringa para vergüenza de la humanidad.

“Prometeo: llegará un día, puedo jurarlo, en que Zeus, a pesar de la soberbia, se tornara humilde, pues las bodas que se prepara habrán de derribarlo de su poder y de su trono..”.

¡Liberación por  Julian Assange, ya!

Fuente: https://www.elpulso.hn/

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