El Olho do Cidadão (Ojo del Ciudadano) es un colectivo de blogueros mozambiqueños empeñados en avanzar en la transparencia de la política del país y en la participación democrática a través de las TIC o, más bien, dando a los ciudadanos las herramientas digitales para vigilar las acciones de sus gobernantes. Se trata de un ambicioso objetivo en un país en el que la penetración de Intenet no llega al 6% de la población. Sus miembros, en su mayoría jóvenes universitarios, no han reculado a pesar de la poca familiaridad de sus conciudadanos con el entorno informático, debido a que confían que esa dimensión de la brecha digital se supere con cierta celeridad.
A pesar de que la idea nació en las aulas de la Universidade Eduardo Mondlane de Maputo en 2013, el objetivo final de era “crear un espacio alternativo para la participación política de los ciudadanos”, según explica Tomás Queface, uno de los impulsores del grupo. La iniciativa se extendió después por otras instituciones académicas como la Universidade Pedagógica o la Universidade São Tomás de Moçambique, hasta llegar a los 20 miembros actuales, ocho mujeres y doce hombres, que escriben los artículos de opinión, los análisis y las críticas con las que pretenden animar esa participación.
Mozambique, en cifras
Población total: 27, millones de personas
Media de edad: 17 años
Nivel de escolarización (menores de 15 años): 58,8%
Población por debajo del umbral de la pobreza: 52%
Líneas de teléfonos móviles por cada 100 habitantes: 69,82
Usuarios de internet: 5,9%
Usuarios de Facebook: 1,2 millones
Tomás Queface explica que el colectivo pretende animar el espíritu crítico de los ciudadanos “produciendo información y compartiéndola, haciéndola circular” y “la interacción entre esas personas”. El concepto de Olho do Cidadão se basa en la convicción de que “la rendición de cuentas de los gobernantes, la supervisión del trabajo de los electos y la aportación de información relevante para los medios de comunicación, la sociedad civil y el gobierno, contribuyen a la buena gobernabilidad”, cuenta el bloguero mozambiqueño.
Apenas un año después de su formación, en octubre de 2014, Olho do Cidadão afrontó su primer gran reto, unas complejas elecciones presidenciales. Los blogueros pusieron en marcha una plataforma para la vigilancia de los comicios como ya se había hecho en otros países africanos. Se trataba de Txeka. Basada en la herramienta de Ushahidi, interpelaba a los ciudadanos a informar sobre las incidencias del proceso. Queface reconoce que la participación de los ciudadanos en esta plataforma fue muy baja, debido a la falta de conocimiento de la población del país. Este es uno de los obstáculos fundamentales a los que se enfrenta el movimiento, según el bloguero. Por ese motivo, una de las actividades del colectivo ha sido realizar formaciones en el ámbito del periodismo ciudadano en las universidades.
Además de la página que centraliza los blogs de los miembros y de su actividad en las redes sociales, el grupo está redefiniendo la plataforma Txeka, para convertirla en un espacio en el que se puedan denunciar “la corrupción o los problemas del sistema sanitario”, avanza Queface.
“La participación de los ciudadanos en el proceso político, su capacidad para influir en la formulación de las políticas públicas, la apertura del gobierno a las demandas de la población y la transparencia con la que trata los asuntos públicos son indicadores de la calidad de la democracia y creemos que las TIC son un elemento clave en esta área, permitiendo a todos los ciudadanos a ejercer su ciudadanía, su participación política”, explica el impulsor de la comunidad. Tomás Queface se remite a la experiencia del papel que las redes sociales tuvieron en los cambios en Túnez y Egipto.
Por ese motivo, el reto de futuro de Olho do Cidadão es superar los límites del entorno universitario y del entorno urbano, llegar hasta “las comunidades rurales donde el acceso a internet es más complicado”. Adecuar la plataforma Txeka es el siguiente objetivo, junto al aumento de miembros y la adquisición de experiencia en el uso comprometido de las TIC. La comunidad está todavía en una fase incipiente, pero con sus iniciativas han puesto las bases de acciones que pueden generar un cambio importante en un país que se encuentra en un momento de apertura.